Reiki para reestablecer el equilibrio de la fuerza vital

La palabra Reiki está formada por dos vocablos de origen japonés:  “Rei” (Cosmos, Universo) y “Ki” (energía vital).

El origen del Reiki se remonta a muchos siglos atrás, aunque su descubrimiento inmediato fue en Japón, en el Siglo XIX gracias al monje Mikao Ussui, más conocido en el mundo del Reiki como Sensei Ussui (“Sensei” significa maestro en japonés).

El Reiki consiste en una técnica que ayuda a reestablecer el equilibrio de la fuerza vital mediante la transmisión de energía a través de las manos, aplicándolas en los centros energéticos o chakras del cuerpo, o bien en zonas de lesión o dolor.

El que impone las manos (puede ser uno mismo) canaliza una energía “positiva” que ayuda a mejorar (o hasta curar) diversas dolencias.

Según la Federación Española de Reiki: “El Reiki sana las personas, no las dolencias”.

De la misma manera, el Reiki también puede ser de utilidad parar reducir el estrés, ansiedad, nerviosismo, así como para fortalecer el sistema inmunológico.

El Reiki tiene 3 niveles de maestría:

Primer nivel: Iniciación y terapias básicas de Reiki  nos convertimos en canales de energía a través de las manos, pudiendo aplicar los conocimientos aprendidos a nivel personal o familiar.

Segundo Nivel: Después de varios años de práctica y aprendizaje, puede ofrecer terapias avanzadas de Reiki en cualquier ámbito.

Tercer Nivel: Es un nivel de trabajo interno o profundo. Permite aplicaciones kármicas y cuestiones espirituales.

En mi caso particular, y aunque estoy tentada a ello,  nunca lo he probado, por lo que no puedo explicaros mi experiencia en primera persona. Lo que sí que puedo contaros es que conozco gente de mi entorno que está muy contenta con los resultados como terapia de complemento para algunas dolencias, sobretodo psicosomáticas. Si algún día lo pruebo, ya escribiré sobre los resultados.

Antes de iniciaros en esta técnica de sanación, es muy importante que os asesoréis bien sobre el terapeuta o la escuela de Reiki en la estéis interesados, ya que no todo el Reiki es Reiki (valga la redundancia).

¿Y vosotros? ¿Conocíais el Reiki? ¿Lo habéis probado alguna vez? ¿Qué os pareció?  Estaré encantada de leer vuestros comentarios en mi blog